Buscando apoyo

Este es un proceso para hacer en compañía, no te quedes sol@ sin comprender que te sucede, busca ayuda, habla, pregunta, pero sobre todo, ÁMATE ¡¡

Mis recetas favoritas

Cuando la comida se entiende como parte de la nutrición integral: alma, mente, cuerpo, entonces se entiende su importancia y el hecho de que debe formar de un momento feliz y básico en la cotidianidad.  

Una vez he ido recuperado mi gusto por la comida, he retomado quizás una de las más grandes pasiones que tengo: cocinar, volver "al caldero", al laboratorio del cariño y a ponerle mucho amor a todo lo que preparo donde la alquimia se convierte en la base para transformar los distintos ingredientes en platos quizás un poco alocados, pero divertidos, sin mayores pretensiones que los de ser una cocinera más.  

Volver a cocinar con pasión, me ha permitido reencontrarme con muchos aspectos de mi vida que sentía perdidos, y realmente disfruto muchísimo haciendo platos que podrán ser sencillos pero que me honran cuando los ofrezco y los degustan con agrado y recibo un... "!gracias, estaba delicioso¡".   

Mis hijos son mis principales fanáticos y ellos van aprendiendo también a compartir este amor por la cocina, que no solamente debe formar parte de su formación integral como seres humanos independientes, sino que al descubrir sus propias cualidades para realizar sus propias versiones de comida, descubren sus habilidades y creatividad para su vida. 



Compartir mis recetas propias, o recopiladas, es una forma también de decir que cuando superamos el miedo a comer por las distintas razones que nos hayan avocado a esta enfermedad, entonces superamos el escollo más grande, y disfrutar cada bocado, es literalmente, disfrutar de la vida en su forma más simple. 

Insisto al decir que la alimentación no solo nutre el cuerpo, sino también el alma, la mente, la familia.  Cuando comparto algún alimento preparado por mí, así sea algo tan simple como un café y unas tostadas, he puesto mi ser, mi intención de dar mi amor, y de compartir mi mesa, por lo tanto, lo hago con toda la fe y la intención de que sea un momento grato para todos.  

Si mi cuerpo recibe la comida en total tranquilidad, mi mente y mi espíritu se llenan de esa misma emoción, y el refrán de las abuelas "barriga llena corazón contento" se vuelve una verdad irrefutable.

Soy cocinera de corazón, pasión y con mucho orgullo comparto esta habilidad con ustedes, al igual que lo hago con mis dibujos, mis manualidades y mi alma en pleno.